Una gama diversa de platillos, enmarcó la “Ventana Gastronómica para el Mundo”, la exhibición presentada, esta semana, para celebrar el décimo aniversario de la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (Cnae), programa del Gobierno Bolivariano y, una forma de dar atención nutricional a niños y adolescentes, proveyéndoles alimentos desde sus escuelas y liceos.
Quesillos de nutrichicha,
tartaletas de plátanos, hamburguesa de arvejas, pizza de plátanos, ponche crema
de nutrichicha, entre muchas más opciones gastronómicas, podían verse y,
saborearse, en el área del comedor de la Escuela Técnica Dr. Raúl Cuenca, donde
fue la celebración aniversaria y estaban, por stand, las presentaciones
culinarias.
Antes de revelar el contenido
de las recetas y el toque para prepararlas, las cocineras y cocineros,
colaboradores e invitados, compartieron un momento vibrante y musical, con la
agrupación Juventud Zuliana del liceo Dr. Blas Valbuena y el acompañamiento del
cultor y concejal Dixón Rivera, presidente de la Comisión Permanente de
Educación, Cultura, Deporte, Turismo y Recreación de la Cámara Municipal de
Lagunillas.
La gaita y un toque de salsa
imprimieron más “sabor” a la actividad, pero un ingrediente especialísimo fue
la guinda del pastel: las vivencias compartidas, por quienes dan vida activa al
programa: la Cocineras de la Patria, fueron dibujando el arduo ritmo de trabajo
y las enseñanzas aprendidas.
“He aprendido mucho en la
cocina, porque, primero cocinaba un arroz en mi casa y, ahorita cocino de cinco
(kilos) pa´ lante”, contó Blanca Elena Gil, sobre uno de los tantos rubros que
prepara en la escuela Venancio Pulgar, donde no solo ha cultivado su sazón,
también las relaciones con los estudiantes. “Quiero mucho a mis niños, los
trato bien, los quiero mucho, han salido muchos de la institución y cuando me
ven, por la calle, me dicen ¡la cocinera!”, señala sobre la expresión y saludo
de los exalumnos al recordar las vivencias de su etapa escolar.
Gil tiene diez años con la
Corporación, pero no es la única con esa antigüedad, Ana Graciela Briceño,
también de la escuela Venancio Pulgar da gracias a Dios por la vida y por las
mejorías que ha tenido el programa.
“Hago un llamado, porque
quizás este año o el otro salga jubilada, para que vengan, quienes quieran
trabajar y tengan voluntad, amor por los niños y las cosas que hacemos (…)
Superé todas las etapas, antes no sabía cocinar bien, ya nadie me gana
cocinando. Gracias a Dios y al presidente”, aseguró Briceño.
Los diez años con la
Corporación trae agradables momentos para Luz González, quien primero inició en
la Escuela Nacional Bolivariana El Danto Larense y, ahora hace vida laboral en
la cocina del plantel Josefa Camejo.
“Para mí es un honor trabajar
con los niños, con amor, si no hay verduras, uno resuelve, pero ahí vamos”,
contó González, quien vivió una bonita experiencia el año escolar pasado, “los
niños de la promoción de sexto grado me hicieron su madrina. No lo esperaba,
fue una sorpresa”, destacó sobre esa hermosa experiencia.
El encuentro para celebrar el
aniversario congregó al personal de la Cnae y, brindó instantes para orar,
bendecir lo que hacen y reconocer, con certificados, a voceras institucionales,
caleteros, que colaboran en las descargas de alimentos, directores de planteles
consecuentes en el apoyo y la estructura municipal de la Corporación, en
Lagunillas.
Ellas ponen su toque en
la cocina escolar:
“Me encanta este trabajo,
cuando comencé no me gustaba mucho, pero ahora sí, me fascina, porque le trabajo
a unos niños, a unos adolescentes, a unos hombres del mañana, que cuando me
ven, me dicen Rosita ´me encantaba cuando me dabas la comida´. No sé si han
comido en su casa. Te recuerdan lo que haces cuando vas en la calle”, comentó
con alegría Rosa María Mendoza, cocinera del plantel Andrés Bello, con diez
años en la Corporación.
“Me siento orgullosa con todo
el personal de la institución y más que nada con los estudiantes, porque es un
honor trabajar para ellos y que te digan ´está muy buena la comida, está muy
sabrosa´. Trabajamos por ellos”, recalcó Lorena Andrade del liceo Andrés Bello,
quien también recordó cómo han obtenido beneficios, “antes trabajábamos por
plato servido, si teníamos platos servidos cobrábamos, ahorita, gracias a Dios
contamos con esa bendición y gracias al presidente Nicolás Maduro, nos pagan
igualito”, destacó sobre las mejoras recibidas.
“Una de las experiencias, es
ver cómo un niño sonríe cuando le damos los alimentos con mucho amor,
dedicación y para mí el mejor pago que puedes tener es la sonrisa de un niño. Y
la mejor sazón para una comida es el amor que uno puede entregar en el día a
día”, reflexionó Ana Viloria sobre lo gratificante de notar cómo los
estudiantes, con gestos alegres, agradecen lo que hace en la escuela Lavinio Faría.
“Ya me jubilaron, gracias a
Dios, me hubiese encantado seguir, me encantaba trabajar con los niños.
Nosotros empezamos sin ningún beneficio. Era primera vez que estaba trabajando,
la primera experiencia, aprendí. Empecé en la escuela San Benito y cerré en el
liceo Andrés Bello. Le deseo (a la Cnae) que sean muchos años más”, auguró
María Ríos, cocinera que ya pasó a jubilación en el programa.
Reconocimientos por su Apoyo y
Labor:
Wilmer Rubio, Eduardo Álvarez,
Eduar Santeliz, Leonardo Aguilar, por su contribución al colaborar en la
descarga de los despachos de alimentos.
Voceras parroquiales:
Katty Romero, parroquia
Venezuela.
Aysett Morón, parroquia Paraute.
Lisbeth Giménez, parroquia Campo Lara.
Estructura Cnae:
Roxana Mogollón, Enlace
Municipal del Cnae, Noliscar Castellano, vocera municipal del Cnae, Liliana
Bravo, Inspectora Nacional.
Voceras institucionales:
Yamelis Seguerí, EBN Labinio
Faría.
Beatriz Gutiérrez, escuela
Santiago Mariño (antiguamente Los Samanes).
Denofred Hernández, Escuela
Técnica Dr. Raúl Cuenca.
Ana Massiel González, Cein
Lyan Ímber de Coronil.
Directores de planteles:
Mariela Báez, directora de la EBN José Rafael
Goitía.
Rafael Jiménez, director del
liceo Francisco Antonio Zea.
Yony Landaeta, director del
liceo Dr. Blas Valbuena.
Eleuniz González, directora de
la Escuela Técnica Dr. Raúl Cuenca.
Keyla Lugo, directora del Cein
Lyan Ímber de Coronil.
María Martínez, directora de
la escuela Toribio Urdaneta.
Texto: Yennys Rojas / Fotos: Luis Martínez
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